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Coeducación IES La Roda

8 de marzo Día Internacional de la Mujer

Cada 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, renovamos nuestro compromiso con la construcción de un futuro más justo e igualitario, alzamos la voz, un año más, para denunciar las injusticias, la violencia y los abusos, y reivindicamos un futuro sin estereotipos, sin desigualdades y sin violencia de género, en el trabajo, y en todos los ámbitos de la vida.

En este Día recordamos los éxitos alcanzados por numerosas mujeres que han luchado y que luchan para conseguir los derechos que por justicia les pertenecen. Han sido muchos los logros conseguidos en las últimas décadas en el terreno de la igualdad, se han logrado importantes cambios legislativos y sociales, pero aún son muchos los cambios que deben plasmarse en el día a día de la realidad cotidiana.

Para vivir la igualdad es necesario superar los estereotipos de género que impregnan y contaminan de injusticia las relaciones entre las mujeres y los hombres y que impiden la construcción de un mundo más igualitario y, por tanto, más justo. Estos estereotipos de género están presentes en cada rincón de nuestras vidas -también en nuestras escuelas-, y determinan y condicionan las miradas, las acciones y las convicciones personales, dificultando su revisión y eliminación.

Por eso, desde la educación debemos contribuir a crear las condiciones necesarias para favorecer los aprendizajes para la vida afectiva y para revisar la forma en que asumimos la diversidad de modos de ser mujer y de ser hombre, como base imprescindible para construir nuevas relaciones basadas en la equidad, el respeto y la corresponsabilidad.

Por eso, consideramos imprescindible educar en igualdad a nuestros hijos e hijas, a nuestros jóvenes, en los centros educativos, en el seno de las familias y en todos los ámbitos de su vida. Sólo de esta manera cumpliremos nuestra responsabilidad ética e histórica para avanzar hacia una sociedad plural y respetuosa, más justa e igualitaria.

Hoy también, Día 8 de marzo, como todos los días y en todas las escuelas, nos comprometemos a eliminar las desigualdades y a construir, mujeres y hombres juntos, una nueva educación para una nueva sociedad:

«Hagamos un trato: cada ser humano vale por sí mismo. Cada ser humano  aporta por sí mismo. Cada hombre, cada mujer son la perfecta expresión del ser humano. La igualdad, pues, no es una ocurrencia, es una necesidad  incuestionable. La realidad del reconocimiento de los mismos derechos, las mismas oportunidades; el derecho a tener sueños, a querer alcanzarlos, incluso a lograrlos; el derecho a ser amados y amadas, a querer o no querer.

Hagamos un trato: respetémonos siempre. La discriminación por razón de género es un tabú que mancha el mundo, que acorta nuestros horizontes, que aflige nuestro presente y limita nuestro futuro. Juntos y juntas, todos iguales, todos andando hacia la meta final: el propio reconocimiento.»

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